miércoles, 16 de noviembre de 2011

El cuerpo

Hay una cuadra de la calle Santo Domingo que no esta asfaltada. En esa cuadra no hay casas sino una especie de complejo industrial a cada lado. Alguien decidió que ese era el lugar perfecto para dejar el cadáver de un perro. Se ve solo una parte del perro, el resto permanece envuelto en una lona.
Un día cruzando esta calle con la bici en dirección al trabajo, me detuve a contemplar el animal muerto. Era un día soleado, de pocas nubes. Contemple al animal en el silencio de la tarde.
Es una experiencia extraña. Cercano a lo mistico, diria. Por alguna razón, me hizo sentir conectado a algo. A la naturaleza, a la vida.
Ese animal estaba muerto, pero había salido un día esplendido, y la gente ignoraba todo esto y seguía con su vida.
Sentí que eso, que esa sensacion, era algo mas autentico que todo lo demás, que mi trabajo, mi relación con los demas, la rutina.

Sigo pasando por esa calle. El perro, su cuerpo muerto sigue ahí.

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